El cosmos es el movimiento que anima y sostiene la vida, sus astros cultivan sabiduría en tierra fértil, donde se entrelazan a las
raíces nutriendo nuestra fortaleza. La naturaleza sustenta el reposado sueño humano y conecta sus impulsos en una línea de vida
hacia su destino en un renacimiento de ascendencia humana.
El conocimiento armónico de la razón y el sentimiento destella retroalimentándose en su manantial con cada pulso. El orden interno
comunica al exterior y se conserva en repositorios ancestrales.
La luz ampara la creación humana desde su inicio y solo permite un leve elogio galeno en su bello trazo áureo. El ciclo armónico fluye con
naturalidad simétrica en un entorno integrado por notas líricas, donde solo el autoconocimiento enlaza el orden vital.